¡ Ven ¡ vamos a decorar
con vida todo tu cuarto!.
Coloca allí
una mariposa viva
que aletee airosa
de arriba hacia abajo,
pero libre y dichosa.
En esa ventana
coloca un puñado
de palabras lindas
que suenen a verde
a verde de trigo,
de esperanza buena,
de bosque frondoso…
Verde de un camino.
En la noche
alumbra tu cuarto
con luces
de tu propia mente.
Llénalo de amigos:
de hadas hermosas y
graciosos duendes...
Cuéntales tus cosas,
riéte con ellos,
duérmete en sus brazos,
en sus brazos tiernos.
Mas nunca anochezcas
cuando la luz se apaga:
¡aún en tinieblas,
se siempre un alba !
………………………
Mabel G.
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