
Me siento desfallecer.
A veces me parece que nada importa.
Son ráfagas de luces malas,
chispazos de sombras.
Pero luego...
miro ese cielo y siento ansias.
Bebo el agua del arroyo
que nunca he visto.
Corro por campos lejanos
que sé que esperan de mis pisadas.
Y evoco pueblos con gente extraña
que no conozco...
(¡ qué ganas tengo de ser extraña !)
Siento que ensancho mi pecho
en una oleada de valor salvaje:
mis manos tiemblan
¡mas no es de miedo
sino de ansias!
en una oleada de valor salvaje:
mis manos tiemblan
¡mas no es de miedo
sino de ansias!
En ese arroyo que nunca he visto
hundo mis brazos.
Por ese campo que no he pisado
corro gritando.
Y de ésa gente que sé que existe
pero no veo, me llega todo:
sus esperanzas,
sus desconsuelos,
su amor, su odio...
sus cantos buenos.
Me llega el mundo
y no lo aparto.
Y aunque a veces
me duela el mundo:
4 comentarios:
Querida amiga..hermosos poema..de verdad..
A veces duele el simplemente vivir,el respirar,pero no todo es malo,y como bien dices,no duele tanto!!!!
Un gran abrazoooooo y felices fiestas
Y menos duele cuando uno se rodea de gente buena, cariñosa, humana y llena de cosas positivas (como tú, querida amiga )
Gracias !
Mabel, sos demasiado talentosa, y tenés un don, pese a tu lucidez, te sale por todos lo s poros, esa ganas de vivir femenina, y no es poca suerte, agradecelo a los dioses del optimismo y el instinto vital... no sé cuales son, pero que existen existen... quizá sea Eros, o Baco... pero a Baco no le rindas demasiado culto, sobre todo este fin de año... un beso en cilencio...
Voy a empezar por agradecértelo a vos... por tu hermoso comentario.... Un abrazo amigo de siempre !!!
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